Sharon Minelli Pérez
sharon.perez@gfrmedia.com
El Nuevo Día
José Nolla, de 15 años, crea una plataforma para que agricultores sustentables y ecológicos vendan sus productos y se conecten directamente con clientes locales y globales
Suena la bocina de un camión de entrega. El chofer deja frente a la casa una caja con plátanos, varios limones criollos en su punto y un mazo de arúgula. Todo ecológico, fresco y cultivado en distintos puntos de Puerto Rico. La orden se completó ayer mediante el teléfono del cliente, cuyo código postal es de Carolina del Norte. ¿O era de Ponce? Da igual.
Este es el modelo en el que la startup puertorriqueña E-Farm trabaja, con miras a que se convierta en una plataforma de conexión directa entre agricultores sustentables y ecológicos con los consumidores de la región y, en el futuro, del mercado global. Esta idea nació del deseo de José
Nolla Marrero, de 15 años, de tener acceso continuo y fácil a los productos orgánicos o ecológicos que prefiere consumir, junto con su interés en el diseño de aplicaciones.
“Estaba viviendo en Estados Unidos. Cuando volví a Puerto Rico hice tres observaciones. La comida sustentable y agroecológica era difícil de conseguir, o estaba en un lugar de difícil acceso y no se encontraba suficiente variedad”, recordó el joven, cuya empresa fue seleccionada para la primera generación de la aceleradora internacional Parallel18.
El proceso de depurar la idea comenzó a los 14 años, cuando entró en el programa I-Corps, que maneja Grupo Guayacán en alianza con entidades como el Venture Lab de la universidad Georgia Tech.
A este programa intensivo llegó con un modelo de aplicación que guiara a los consumidores a planificar sus propias rutas gastronómicas o agroturísticas, en las que pudieran identificar distintas paradas y adquirir productos directamente de los agricultores.
“En I-Corps se usa el método científico para validar o no la hipótesis”, indicó. Como parte del proceso, descubrió que la clientela meta no tenía interés en irse de “road trip”, sino en la conveniencia de recibir directamente los productos.
También halló evidencia de que muchos agricultores perdían, sin poder vender a tiempo, de 30% a 50% de su cosecha, por falta de acceso a canales de distribución, aunque consumidores interesados sí abundaban.
“Pivoté y mi idea evolucionó”, sostuvo Nolla sobre lo que hoy es E-Farm, al conversar con Negocios en el espacio de cotrabajo de P18 en Santurce.
Los beneficios también le quedaron más claros: “Los consumidores van a encontrar con facilidad lo que buscan, mientras que los agricultores se benefician porque venden la producción que perderían, deciden sus propios precios y se convierten en agroempresarios”.
Este emprendimiento es de los pocos que aún no tienen un prototipo o producto en el mercado pero aún así resultó escogido en la primera convocatoria de la aceleradora. Esto responde a que cumple con el requisito de servir a mercados globales y tener un componente tecnológico, pero aún sin haber lanzado ha despertado interés concreto tras recibir una inversión de capital privado y contar con más de 70 agroproductores y más de 300 clientes interesados en sumarse a la plataforma.
En tan solo un mes en este programa, Nolla destacó el valor de tener sesiones individuales con algunos de los mentores, como Gary
Bonilla, y la energía que implica estar rodeado constantemente de emprendedores con mentalidades afines. “Aquí todo el mundo se sienta a compartir ideas, se quieren ayudar”, aseguró Nolla.
A la vez que cumple con sus tareas en P18, Nolla es uno de los competidores en EnterPRize, otra de las iniciativas de Guayacán. En esa competencia empresarial, ha afinado su ‘pitch’, esa presentación breve que los emprendedores tienen que ser capaces de hacer para atraer posibles inversionistas y también clientes; y ha trabajado en una detallada propuesta sobre sus planes inmediatos y su escalabilidad.
La plataforma de venta directa aspira a que al comprador se le haga tan fácil como navegar Amazon y al vendedor se le haga tan conveniente como eBay. Pero E-Farm tiene un tercer aspecto central: conexión.
“Permitimos al consumidor buscar la disponibilidad de productos entre cientos y cientos de fincas en cuestión de segundos, y apalancamos las técnicas de medios sociales para realmente conectar a los agricultores con los consumidores, para ofrecer una experiencia de usuario que sencillamente no era posible”, es la promesa de E-Farm en su portal de prelanzamiento.
Esto lo lograrán, adelantó Nolla, con un interfaz fácil de usar, con contenido de calidad, como vídeos, mapas y fotos, que permitan ver cómo y quién siembra su comida.
A más tardar agosto, Nolla espera comenzar una fase de prueba (beta) con 10 agricultores y una cantidad limitada de usuarios, para probar la plataforma que desarrolla con un equipo de cinco personas de Puerto Rico y el exterior.
Despúes, “la meta es lanzar lo antes posible, pero lo mejor posible”.
Sin revelar las ventajas competitivas que negocia con compañías de envío y otros elementos logísticos, sí adelantó su deseo de que en el futuro cercano E-Farm haya actuado como propulsor de un crecimiento medible en el agro para que seamos “menos dependientes de las importaciones”.
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