El Nuevo Día
Marian Díaz
mdiaz1@elnuevodia.com
Twitter: @mariandiazrodri
En CDI Laboratories, el veterinario Ignacio Pino y su socio Heng Zhu trabajan en proyectos de experimentación en biomédica
Q Como tantos otros jóvenes, cuando terminó sus estudios doctorales en Veterinaria, Ignacio Pino estableció su oficina de servicios veterinarios y atendía fincas de ganado y de caballos en el área oeste. Pronto se percató de la necesidad que tenían los ganaderos de combatir las enfermedades de sus animales y fundó CDI Health, una empresa de biotecnología veterinaria, enfocada en el desarrollo y comercialización de fármacos utilizando la biotecnología, en vez de la farmacología tradicional.
Con esa idea ganó el primer premio de la competencia de planes de negocio EnterPRize en el año 2006, auspiciada por Grupo Guayacán, Inc. (GGI). Al adentrarse en la investigación, su idea original evolucionó y en 2008 fundó CDI Laboratories, empresa de biotecnología, pero especializada en humanos y no en animales.
“Cuando participé en EnterPRize, estaba aprendiendo a ser empresario”, recordó sobre esa primera experiencia en la que se relacionó con el mundo real de los negocios.
En ese entonces, Pino no pensó que ganaría el primer lugar, pero al lograrlo, “eso fue como un incentivo que me animó a continuar adelante”. “Lo vi como una oportunidad de validar que un puertorriqueño puede crear una compañía millonaria, con alcance global, desde Puerto Rico”, dijo.
El GGI le dio una beca en MIT, donde por una semana escuchó hablar sobre empresarismo y de cómo levantar capital, identificar mercados, crear un equipo de trabajo y atraer buenos directores a la junta directiva.
En 2012, CDI dio un salto importante en su investigación al ganar una competencia global de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, en inglés) que le dio acceso a $10 millones en fondos (“grants”). La tecnología desarrollada por Pino y su socio Heng Zhu, del Centro de Investigación en Biomédica Johns Hopkins en Maryland, tiene la capacidad de generar anticuerpos monoclonales de alta especificidad, con los que se pueden mejorar las tecnologías de diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La tecnología involucra el desarrollo de laminillas y la capacidad de leer los datos que salen de estas.
Pino indicó que desde 2013 CDI comercializa esas laminillas para anticuerpos, biomarcadores y otros experimentos de ciencia básica. “Empezamos bien poco a poco con nuestros propios recursos. Vendimos $200,000 en el 2013 con las laminillas”. Dos años más tarde, CDI Laboratories obtuvo $1.2 millones en capital para acelerar la comercialización de dicha tecnología. “Necesitábamos ese empujón para mercadear y apuntalar las áreas más importantes”, sostuvo en entrevista desde California, donde esta semana participaba de un evento, por estricta invitación, del Global Biological Standards Institute.
En California aprovecharía para reunirse con algunas de las principales empresas biomédicas del mundo, las que han mostrado interés en su tecnología. Mientras tanto, CDI colabora en un consorcio con la Universidad de Puerto Rico en el desarrollo del proceso que permitirá que la vacuna contra el VIH se produzca en cantidades suficientes para suplir la demanda.
“Llevamos año y medio en ese proceso de investigación y estimo que dentro del próximo año y medio entregaremos el primer lote de material a los NIH”, sostuvo. CDI realiza ese trabajo con la UPR, a la vez que adelanta el desarrollo de la elaboración de la laminilla.
De aquí a tres años, aspira a tener 60 empleados y confía en haber dado el salto colosal que permita la comercialización a gran escala de la tecnología desarrollada por CDI.
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