Por Stephanie Gómez Álvarez, EL VOCERO
Destacados jugadores de videojuegos han logrado que la bandera de Puerto Rico ondee por todo lo alto en eventos internacionales, y sobresalen en el mundo de los ‘gamers’ en sus respectivas categorías, a pesar de las dificultades que resulta serlo en el País.
Unos de las más reconocidos en la escena local e internacional son Ricardo Román, alias “Mono”; Maricarmen Vargas y Edgar Valentín, quienes coinciden en que jugar a nivel competitivo es igual que practicar un deporte por el tiempo de entrenamiento que requiere lograr destacarse tanto a nivel físico como mental, y aspiran a convertirse en jugadores a tiempo completo.
“Somos pioneros en el videojuego competitivo y queremos desarrollar esta industria”, explicó en primera instancia Vargas, la chica número uno en latinoamérica en League of Legends-un juego de PC- y recientemente entrena para SMASH.
Los aspirantes a jugador con salario, quienes aseguran que se trata de un deporte más reconocen lo costoso de esta disciplina, pues tienen que costear los viajes a los torneos y dedicar mucho tiempo en preparación.
“En verdad la meta es convertir esto en una carrera como jugadores que vemos, competir, tener nuestra fanaticada, recibir un salario, por nuestro desempeño”, agregó Román, quien aseguró que los jugadores elites alcanzan salarios de seis dígitos, y los destacados hasta 60 mil a través de los auspicios. Este gamer es top 5 en el mundo en el juego Street Fighter y top 2 latinoamérica con el personaje de Bison.
Mono, quien utiliza el sombrero de su personaje como un amuleto de la suerte cuando compite en eventos internacionales, se ha convertido en un competidor usual, ya que ha participado en sobre 25 eventos en Estados Unidos y Europa.
Este gamer-quien durante la entrevista mostró sus dotes al practicar sus mejores combos- practica hasta 10 horas diarias porque busca consistencia y tiene que descifrar las tendencias de los demás personajes del juego. Explicó que no todas las combinaciones tienen los mismos resultados con todos los personajes, lo que le añade un elemento de complejidad adicional.
“Busco hacer un combo, por ejemplo, y no fallarlo nunca. Tengo que practicar con cada personaje y con cada persona como jugador. También hay que ver vídeos de los jugadores para conocer sus tendencias”, dijo, al describir cómo deben estudiar cada ‘frame data’-los segundos que le toma al personaje ejecutar cada movida-y estudiar el juego como si se tratara de matemáticas.
Mientras, Valentín, quien fue top 9 a nivel mundial en SMASH jugando con el personaje de Peach-quien es una princesa- y top número 3 en Latinoamérica, abordó la dificultad de ser un competidor y trabajar a tiempo completo.
“Una vez comencé a trabajar perdí las horas que le dedicaba al juego. No era como cuando estudiaba, que tenía que organizar el itinerario de estudio. Una vez empiezas a trabajar, terminas exhausto y el juego requiere de mucha destreza mental y es bien difícil”, reconoció Valentín.
“No es posible dedicar el 100 por ciento cuando los dos trabajamos de 8:00 a 5:00 uno trabaja, hay tanta cosa para estos juegos, tanta cosa nueva”, agregó Mono.
Por su lado, Maricarmen opinó que por el nivel de competitividad “no se puede trabajar y ser profesional a la vez”.
Con esto en mente, este trío se embarcó en la idea de impulsar a Puerto Rico como destino de competencias profesionales y fomentar la industria de videojuegos, a través de la compañía E Sports Puerto Rico hace varios años.
“Queremos que los jugadores profesionales vengan a Puerto Rico a competir y a pasarla bien porque Puerto Rico tiene mucho que ofrecer”, afirmó Vargas, quien es una de las cofundadoras de la empresa dedicada a organizar torneos.
Aunque el concepto goza de aceptación, reconocen que la industria en Puerto Rico todavía está en esos primeros pasos. “Además, queremos derrumbar el estigma que es lo más que frena el crecimiento. El estigma es totalmente innecesario, esto es un deporte”, dijo la joven de 23 años al destacar que según datos obtenidos en Facebook, hay un total de 617 mil gamers en Puerto Rico. No obstante, no existen cifras oficiales. En Estados Unidos, el grupo de los gamers lo componen unas 34 millones de personas, según NPD Group, una organización norteamericana de investigación de mercado.
En el caso de Maricarmen, tuvo que romper con grandes estereotipos al decidir entrar al mundo competitivo, primero el estigma de los videojuegos y segundo por ser mujer. Algunos de los estereotipos más comunes sobre los gamers son que son personas violentas, antisociales, solitarias o hasta que no trabajan ni estudian.
Sobre este particular, Vargas comentó “nosotros somos personas bien normales, que practicamos los videojuegos que es otro deporte”.
Maricarmen, quien ya representado a Puerto Rico en varios eventos, le dedicaba cuatro horas diarias a League of Legends, pero ahora dedica una hora a SMASH, pues es estudiante de administración de empresas a tiempo completo en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Bayamón.
“Las mujeres no se exponen a la competitividad desde pequeñas así que ya están tarde cuando entran, empiezan a verlo competitivamente más tarde en comparación con nosotros (los varones)”, dijo por su parte Mono. A este planteamiento, Maricarmen le añade, que cuando era niña solía esconder su pasión por los videojuegos y se limitaba a jugarlos con sus familiares cercanos.
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