“Nosotros asumíamos muchas cosas acerca de lo que necesita la comunidad sorda”, cuenta Alondra Toledo. “Habíamos hecho entrevistas y estudios de mercado, y buscábamos soluciones a un problema”. En esencia, lo que Alondra y Joel Josué Colón tenían entonces era una idea. Por su parte, Alondra es reconocida como líder de la comunidad sorda en el área oeste de Puerto Rico. Por eso, así como les sucede a muchos empresarios de un startup, a raíz de una experiencia o un interés muy personal, les surgió la idea de crear una aplicación que facilitara la comunicación entre la comunidad sorda y los profesionales de la salud.
“Literalmente somos antes y después de Guayacán”, expresa Alondra. Mucho antes de eso, habían buscado información y tratado de idear formas de atender las fallas en la comunicación que afecta la prestación de servicios a las personas sordas. Un profesor les recomendó que buscaran ingresar a la competencia de negocios EnterPRize de Guayacán. “Ahí es que empezamos a validar la idea como tal”, cuenta la emprendedora. “Nosotros asumíamos que la comunidad necesitaba esto o lo otro, pero no fue hasta que tomamos los talleres que entendimos muchas cosas. No teníamos experiencia en la industria ni habíamos tenido un negocio”.
El proyecto empezó a tomar forma dentro de la competencia, de manera tal que desarrollaron un prototipo de la aplicación. El startup ganó el premio al estudiante emprendedor auspiciado por el capítulo de Puerto Rico de Enterpreneurs’ Organization, lo que les permitió viajar a China y representar a Puerto Rico en la competencia internacional Global Student Entrepreneur Awards, en la que ganaron un premio por innovación. El proyecto pasó por su primera gran prueba importante. “Para prepararme para la competencia internacional, me reunía cada semana con coaches de Guayacán para recibir mentoría en contabilidad, mercadeo e ingeniería. Y todavía después de culminada la competencia nos siguen llamando y hemos seguido recibiendo asesoría. Hemos podido hacer consultas y han estado ahí para nosotros”, explica Alondra.
Su destacada participación en las competencias atrajo la atención de inversionistas y auspiciadores. Ya no tienen meramente una idea. El proyecto está encaminado, ya que cuentan con ayuda monetaria para desarrollarlo, y tienen un nombre: UnderstHand. Ahora se encuentran en un momento crucial para pasar a la próxima etapa. “Estamos en proceso de aprobación de patente. Como parte de la mentoría que hemos recibido, me recomendaron hacer unos cambios para que la aprueben. Estamos enfocándonos en doctores que atienden pacientes sordos con implantes cocleares”. Ya tienen clientes potenciales interesados, así como doctores y estudiantes de medicina que han manifestado querer conocer la aplicación.
Para Alondra, la educación empresarial y la guía que han tenido a lo largo del camino son lo que ha hecho posible llevar el proyecto hacia adelante. Alondra está convencida de que apoyar a Grupo Guayacán para que continúen ofreciendo educación empresarial permitirá el desarrollo de otros proyectos innovadores que otros emprendedores están gestando en estos momentos. Asimismo, otra lección que se llevó y que considera muy valiosa es la humildad ante el aprendizaje. “En la universidad nos creemos que sabemos más que nadie y aprendí que siempre habrá personas que saben más que tú y que pueden ayudar porque ya han pasado por la experiencia que tú no has vivido”. Esa disposición para aprender siempre será tan fundamental como la educación para emprender un negocio.