Con el verano a la vuelta de la esquina y el calor típico de la temporada, es muy normal que los consumidores opten por un helado como alternativa para aplacar las altas temperaturas que, en una isla tropical como Puerto Rico son la orden del día. Apoyados en esta realidad, María José Delgado junto a su socio Walter “Tichín” Santaliz decidieron hace cinco años probar suerte en el mundo empresarial con la apertura de la heladería Cool Hope Creamery.
Fue un comienzo tímido; $10,000 de inversión y un food truck. Desde allí se dedicaron a aprender del negocio, a conocer el mercado y experimentar con los sabores y recetas. Hoy el dúo celebra tres años de la apertura de su primer local fijo en el 1407 de la Avenida Ashford, en Condado, y se preparan para su incursión en el parque gastronómico Lote 23, en Santurce.
“Antes era solo un sueño, pero ahora es una realidad y estamos muy orgullosos por eso”, explicó Delgado.
Del aprendizaje ganado en los pasados años, el concepto original ha experimentado algunos cambios, aunque la esencia que los movió a fundar Cool Hope Creamery, sigue siendo la misma, contó Delgado. La propietaria describió su concepto como un establecimiento familiar que surgió de ese cúmulo de vivencias que remontan a momentos únicos al pensar en las heladerías cuando “tu abuelo te llevo de pequeño, tuviste una primera cita o tu familia decidió hacer una parada luego de un día caluroso”.
“La alegría con la que recordamos una heladería nos motivó a crear un espacio donde se emulan esas buenas vibras”, puntualizó en entrevista con El Nuevo Día.
Tanto Delgado como Santaliz son profesionales de diseño gráfico y cinematografía, por consiguiente, no contaban con ningún conocimiento elevado en manejo de negocios.
Contaron que el inicio con el food truck fue “un gran reto y poco cuesta arriba”, porque al poco tiempo de abrir arribó el huracán María en la isla.
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“No contábamos con electricidad y había que llegar con los mantecados congelados y luego llevárnoslo nuevamente”, comentó la empresaria, al explicar que luego de un mes y medio de utilizar esa técnica, se cansaron y decidieron enfocar todas sus energías en abrir la tienda. Luego de un año de diseño del espacio, en noviembre del 2018, Cool Hope Creamery abrió sus puertas, convirtiéndose en un modelo para los food trucks que tienen como meta final evolucionar su negocio a un local para recibir comensales.
“Luego de hacer una inversión de $350,000 asumida completamente por nosotros y abrir el establecimiento en Condado, las ventas, mostraron un aumento de 175%”, contó Delgado al reconocer que tuvieron que reinventarse e iniciar un menú de brunch y de almuerzo para complementar su oferta.
Actualmente, en el menú, además de 26 sabores de helados, cuenta con 13 platos, siendo el avocado grilled cheese uno de los más solicitados. Además ofrecen helados veganos o “sorbet”, entre los que se incluye el “signature sorbet mimosa”, que consiste de una cucharada de sorbet de su sabor de predilección con vino espumante.
Delgado dice sentirse agradecida con la acogida del público y aconseja a toda persona que desee incursionarse en el mundo de los restaurantes que no lo piensen dos veces y que se lance.
Nuevo establecimiento
Se espera que para el próximo mes de mayo se inaugure el tercer establecimiento de Cool Hope Creamy. El mismo estará ubicado en Lote 23, en Santurce y solo se venderá mantecado.
Actualmente, siguen operando el food truck que se encuentra ubicado en La Muda Food Truck Park, en Guaynabo.
As originally reported by: El Nuevo Día
