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El Nuevo Dia
Yalixa Rivera Cruz
yrivera@elnuevodia.com
Twitter: @yalixariveraEND
El fundador de la bebida artesanal tejana celebra su reunión anual de empleados en la Isla
Si algo ha aprendido en esta vida Bert “Tito” Beveridge, creador de Tito’s Handmade Vodka, es a nunca darse por vencido en materia de negocios. Luego de dos intentos fallidos; uno en la industria petrolera y otro en la hipotecaria, este entusiasta emprendedor decidió perseguir sus instintos y hacer algo que lo hiciera feliz.
Con esta filosofía de negocios en mente, fundó en 1995 la hoy popular vodka artesanal elaborada con granos de maíz. El destilado que logró abrirse paso en una categoría sumamente competitiva, dominada por grandes multinacionales con millonarios presupuestos publicitarios.
Hace solo tres años que Tito’s Handmake Vodka comenzó a venderse en Puerto Rico y ya hoy ocupa el 5% del mercado en su categoría.
Según cifras de la firma de mercado IRI, el segmento de la vodka en la Isla es el segundo de mayor venta dentro de la categoría de espíritus destilados, luego del ron, con un 13%.
“Mi meta es llegar a tener por lo menos el 50% del mercado”, afirmó Beveridge, al elogiar el trabajo que ha hecho V. Suárez como distribuidor de su producto en Puerto Rico.
El empresario, originario de Texas, aseguró que llegar a donde está hoy no fue fácil. Le tomó más de cinco años empezar a ver los frutos de su trabajo. Dijo que durante ese tiempo sobrevivió cogiéndole prestado a las tarjetas de crédito. “Llegué a tener 19 tarjetas y una deuda de $90,000”, confesó.
Contó que no fue hasta el 2001 que pudo contratar a su primer empleado para que le ayudara con la venta del producto. Mientras tanto, se las ingenió él solo para fabricar el producto, embotellarlo y venderlo. “De vez en cuando venían mis amigos y me ayudaban a embotellar. Les pagaba con cajas de vodka. Como eran muchas botellas, ellos las regalaban y eso me ayudó a promocionar el producto”, explicó.
Hoy día, Beveridge opera su destilería, en el mismo lugar donde la empezó hace 20 años -en Austin, Texas- pero con 187 empleados y una producción de 400,000 cajas de vodka al año que se distribuyen en más 70 países.
“Después de un tiempo te das cuenta de que si no hubieras pasado por todos esos fracasos, no hubieras logrado la experiencia necesaria para perseverar y tener lo que tienes hoy”, señaló el empresario.
Al preguntarle sobre la difícil situación económica de Puerto Rico, dijo: “Hay tiempos en los que hay que bajar la cabeza y seguir hacia adelante porque luego, cuando las cosas mejoran, porque siempre mejoran, tienes las perspectivas más claras y aprecias más el sabor del éxito. No todo pueden ser tiempos buenos. De eso se trata el camino de la vida”.
La visita de Beveridge a la Isla forma parte de la reunión anual del personal de la empresa, que se celebrará aquí esta semana y a la que asistirán 150 empleados con sus parejas.
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